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Comentamos en artículo anterior de El Fiscal, que la inoportunidad en la implementación de estos impuestos era más que evidente pues la situación económica de la inmensa mayoría de los contribuyentes era precaria, y ya había signos de empeoramiento, en comparación con la inmejorable del Gobierno: precios altos del petróleo, altas reservas de divisas sin precedente, deuda pública controlada y a la baja, gasto corriente intocable y a la alza, etc.

Y, no obstante, a septiembre de 2008, los ingresos tributarios administrados por el SAT presentaron un incremento de 12.1% en términos reales respecto del mismo trimestre de 2007. El ingreso por el impuesto sobre la renta, considerando el impuesto al activo y el impuesto empresarial a tasa única, aumentó 11.6%; por el impuesto al valor agregado se incrementó 10% en términos reales. La recaudación del impuesto a los depósitos en efectivo fue superior a lo estimado en la Ley de Ingresos en 6 mil 859.6 millones de pesos. De diciembre de 2007 a septiembre de 2008, se sumaron al padrón 431 mil contribuyentes, para alcanzar un total de 23 millones 248 mil contribuyentes activos localizados; de los cuales 767 mil son personas morales, 8 millones 039 mil personas físicas y 14 millones 442 mil asalariados.¹Página del SAT

Perfecto, gobierno rico y bien pertrechado para enfrentar sus altísimas nóminas y gastos de operación de primer mundo pero, para los contribuyentes, pésimos servicios públicos y, lo más grave, empresas con problemas de flujo y carencias de capital de trabajo.

De acuerdo al Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), no se puede afirmar que la recaudación del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) vaya a ser un éxito. Para el IMCP, el IETU no es la solución para el país en materia de recaudación tributaria, la cual representa sólo 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), ya que para atender las necesidades requiere de 18 a 20 por ciento. ²www.universopyme.com.mx

Aunque se logren recaudar este año los 70 mil millones de pesos previstos por concepto de IETU, incluso si se llega a 100 mil millones, eso sólo elevaría la recaudación en un punto porcentual, con lo que pasaría a 11 por ciento del PIB. Además, aún falta que los tribunales resuelvan los más de 30 mil amparos interpuestos en contra de este impuesto, ya que según el fallo podría haber un impacto en la recaudación.

Sin embargo, los contribuyentes han tenido que incrementar sus controles administrativos y capacitarse específicamente, para no incurrir en errores graves en la determinación de este gravamen, lo cual les ha significado una elevación de sus costos, con una disminución importante de sus flujos o capital de trabajo, al liquidar el IETU, sacrificando en muchos casos mano de obra o, peor, cerrando sus empresas. Estos resultados sencillamente contradicen la exposición de motivos con los que el Ejecutivo presentó su iniciativa al Legislativo para que se aprobara esta ley y la del Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE).

Merece artículo aparte la gama de dificultades que han enfrentado los contribuyentes para, en su caso, efectuar las compensaciones o devoluciones del IDE de una manera adecuada.

�Ya éramos muchos y parió la abuela�. Este viejo y conocido refrán significa que ya estábamos con problemas y pa�cabarla de amolar, algo ocurrió por donde menos se le esperaba.

La economía mundial y el Sistema Financiero universal están entrando en la peor crisis que, según muchos analistas, ha ocurrido en los últimos ochenta años. Los Estados Unidos de Norteamérica, nuestros socios comerciales y vecinos, sufren una recesión casi sin precedentes que obviamente nos afectará gravemente. Simplemente, si ellos nos compran menos, nosotros les venderemos también menos (Perogrullo) y el desempleo masivo no se hará esperar con su cauda de consecuencias negativas para la economía interna: consumidores con un poder adquisitivo sensiblemente disminuido o nulo provocarán (están provocando) un mayor cierre de empresas PYMES y no tan PYMES.

En el Seminario Internacional de Medición y Promoción del Comercio Internacional de Servicios 2008 (30 y 31 de octubre), el presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Eduardo Sojo Garza-Aldape (reciente ex secretario de Economía) reconoció y explicó que las exportaciones petroleras ya resintieron esa situación, puesto que durante septiembre retrocedieron 5.0 por ciento debido a los fenómenos meteorológicos, manifestó que las perspectivas empresariales en lo que resta del año son pesimistas, pues existen sectores que muestran ya la desaceleración económica.³www.inegi.gob.mx

Es necesario apuntar que, ese funcionario, solamente culpa a la Naturaleza de la desaceleración económica y no, desde luego, al modelo económico neoliberal o de mercado a ultranza del cual es fiel partidario y que venimos padeciendo desde, por lo menos, veinte años pero que ahora está mostrando su cara más siniestra a nivel mundial: enriqueciendo a niveles de locura a los más ricos (los infinitamente menos) y depauperando hasta la miseria a miles de millones de los más pobres, así como desapareciendo o debilitando enormemente a las pujantes clases medias. Se dice que esta última causa, inmersa en el discurso esperanzador-salvador del senador Barack Obama, lo hizo ganar la próxima presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica.

En cuanto a las perspectivas empresariales, Sojo Garza-Aldape recordó que el organismo, junto con el Banco de México, realiza una encuesta de opinión empresarial de la que se obtienen indicadores adelantados. Pues qué bueno, porque esas mismas beneméritas instituciones, junto con las secretarías de Economía y de Hacienda fueron incapaces de advertir el sunami financiero y económico que se le venía encima a México y al mundo.

Ese ejercicio reveló que los pedidos de las empresas manufactureras retrocedieron 3.9 por ciento durante agosto pasado. Seguramente la Ley de la Gravedad se encargará del resto durante lo que falta de este ejercicio y, seguramente, a lo largo de todo el próximo.Dios nos agarre confesados.